La ansiedad es una reacción que se produce en aquellas situaciones que se perciben como amenazantes o peligrosas (ya sea el peligro real o imaginado).
La mayoría de las personas experimentan en algún momento cierto nivel de ansiedad (por ejemplo: al cruzar un paso de cebra y observar que el coche que se acerca no frena, al pasear por el campo y encontrar una culebra en el camino, al conducir por la vía y tener que frenar bruscamente ante un obstáculo no esperado, al preparar un exámen importante, al realizar una entrevista de trabajo, etc.).
En estas situaciones la ansiedad es adaptativa pues permite reaccionar a las demandas de la situación mediante la activación del organismo. La ansiedad es, por tanto, adaptativa si sirve para solucionar el problema.
Cuando la ansiedad no sirve para solucionarlo y se cronifica se hablaría de ansiedad patológica. La ansiedad es patológica cuando la emoción se da en una situación en la que no es adecuada, es decir, en situaciones en las que ni la lucha, ni la huida, son los comportamientos adecuados. Cuando la ansiedad se mantiene a lo largo del tiempo, con una intensidad elevada e impide poder realizar actividades cotidianas, se podría estar ante un trastorno de ansiedad.
La ansiedad se puede manifestar a través de 3 componentes o sistemas: fisiológico- somático, subjetivo- cognitivo y motor – conductual.
- Fisiológico – somático: Este componente incluye aspectos de activación del sistema nervioso autónomo como taquicardia, aumento de la presión arterial, disminución de la salivación, opresión en el pecho, temblores o aumento del tono muscular.
- Subjetivo – cognitivo: Es la vivencia de un estado emocional negativo. Incluye aspectos relacionados con la experiencia interna de ansiedad como son el miedo, la alarma, la inquietud, la preocupación, las ideas obsesivas, etc.
- Motor – conductual: Engloba a todas las conductas observables como son la expresión facial o corporal, las conductas de evitación y escape/huida, etc.
Estos sistemas pueden coexistir a la vez o predominar unos sobre otros. Cada persona puede manifestar diferentes síntomas de ansiedad, pero además, una misma persona, puede tener diferentes manifestaciones ante situaciones distintas, o en varios momentos de su vida. La característica común de la ansiedad, en sus diferentes manifestaciones, es el gran malestar que su aparición provoca, y las alteraciones que puede producir en otros aspectos, como el sueño, la alimentación, las relaciones, el rendimiento en los estudios o el trabajo.
