Seligman fue el primero en estudiar la “indefensión aprendida”. Este concepto puede explicar por qué algunas personas se muestran pasivas, dejando de actuar, en situaciones en las que podrían, mediante su esfuerzo, cambiando su forma de actuar, tener éxito o encontrar la solución a su problema.
Cuando una persona se ve a si misma como víctima de múltiples y reiterados fracasos sin que su forma de actuar haya logrado cambiar los resultados, es probable que desarrolle el pensamiento de que “haga lo que haga, no es capaz de controlar el resultado de la acción”. Este pensamiento repetido en numerosas ocasiones, contribuye a desarrollar una expectativa de fracaso que se generaliza a otras muchas situaciones, en las cuales la persona si podría obtener éxito o bienestar.
La indefensión aprendida está detrás de muchos problemas psicológicos:
• Fracaso escolar: Niños que no estudian porque no creen que haya nada que ellos pueden hacer para aprobar las distintas asignaturas a las que se enfrentan.
• Violencia de género: Mujeres maltratadas que se llegan a creer que no hay nada que ellas puedan hacer para cambiar la situación, después de muchos insultos, amenazas o golpes.
• Educación basada en el autoritarismo: Niños que han sido castigados reiteradamente sin importar lo que hicieran, dejan de responder e intentar cambiar la situación.
Jorge Bucay explica como se desarrolla la indefensión aprendida con el cuento de “El elefante encadenado” que podéis escuchar en el siguiente enlace
https://www.youtube.com/watch?v=GrPabK-N6NE
Así mismo, resulta muy interesante el siguiente experimento, que realizó una profesora con sus alumnos, consiguiendo inducir indefensión aprendida a una parte de ellos, en menos de 5 minutos: